martes, 6 de octubre de 2009

Cuestión de frecuencia

Soundtrack: "Womanizer" Britney Spears
Me preguntaste que era lo más importante. Mi respuesta te gustó. Pero ayer alguien me dijo que el término "química" no es más que la representación de la "frecuencia", la frecuencia con la que compartimos cosas que nos gustan, la frecuencia con la que hablamos de lo que a cada uno le interesa, la frecuencia con la que te llamo para decirte "Necesito un trago, tuve un día rudo", la frecuencia con la que me burlo de ti por ser tan niña, la frecuencia con la que pensamos "qué estará haciendo?", la frecuencia con la que se comparten domingos de "nomejayo", la frecuencia con la que intento cocinar y con la que tu intentas ser educado, la frecuencia con la que soy más sincera y tú haces menos ejercicios, la frecuencia con la que me da susto con miedo y la frecuencia con la que vamos armando planes alrededor del otro.

La frecuencia va a cambiar a partir de hoy. No te lo estoy poniendo como una prueba. Te estoy dando el 100% de la libertad y el 0% de la culpa de hacer lo que siempre haces. Porque me gustas libre e irreverente, torpemente noble, con una moral bizarra en la que confío porque conozco y comparto, porque entiendo tus versiones y verdades a medias como señales de un absurdo respeto y que busca guardar las apariencias para protegerme de ti.

Tu fama es tu karma, tu historia es tu experiencia. Eres un conjunto de situaciones repetidas y conductas aprendidas que no dejan espacio a lo espontáneo. Eres un vino ambiguo, con aroma a respuestas dulces y un sabor a dudas amargas. Eres tan simple y básico que hay que tratar de enredarte un poco.

Podrías pasar el resto de tu vida jugando a que nada de esto te importa, a que nada te complica y que nada te amarra. Puedes pasar años sintiéndote solo mientras estas acompañado, pasando el vacío que te queda con un whisky y revisando una lista de opciones para invitar a jugar un rato a que sólo importa el presente y así evitar pensar en que ya se te acerca el futuro.

Yo desde aquí te miro, te observo desde una distancia prudente que me permite conocerte sin dejarme arrastrar a aguas profundas, porque ya me he ahogado y digamos que le tengo "respeto" al mar.
Yo desde aquí te admiro porque eres un diamante en bruto, porque tienes un corazón de oro y porque a tu manera, logras tocar a la gente.

Nada se nos escapó de las manos. Nada se perdió. Ahora todo se transforma en ese limbo de frecuencia que nadie entiende y nosotros tampoco.
Te prefiero a través de un telescopio, viéndote de cerca pero teniendote lejos.

3 comentarios:

ardi! dijo...

Bravo, aplausos, ovación!

Unknown dijo...

Fabuloso lo del telescopio.
Ya haces metáforas con el vino: primer síntoma de alcoholismo declarado.
Te prefería competencia que adicta. Jajaja
Love u'!

PebbLes dijo...

Maravilloso, increíble, me encantó, pasé por algo parecido y tienes razón con lo del telescopio es lo mejor!