Y Olé?

Soundtrack: Pasodobles, Sevillanas, Fandangos, Bulerías.

Así como lo decía la canción "Algo se muere en el alma cuando un amigo se va", para mí algo se me "nomejayaba" cada vez que una Feria se terminaba. Eran días de rumba, sevillanas, sangría, toros, flores, gente, flamenco, casetas, conciertos VIP, jamón serrano y trasnocho. Aunque suene pueblerino, era esperar meses por estas fechas, de pedir vacaciones jueves y viernes de corridas, montarse una flor roja en el pelo por esos días nada más y dedicarse a vivir la Feria en cuerpo, alma e hígado.

Paco, a quien quisiera darle las gracias personalmente por haber tratado con tanto éxito de hacer que mi pueblito fuese internacional por unos días, era el espíritu de esa Feria y con él se fue. El "de turno" decidió que era una Feria muy oligarca y escuálida (dude! Come on! somos Valencianos, somos sifrinos por naturaleza! Deal with it!!) y se propuso en volverla algo más del pueblo (traducción del Bolivañol al español: volverla mierda), que represente más nuestra mezcla de culturas (del Bolivañol: volverla un Mercanorte - el emporio del buhonero) y con más acceso a todo el público (del Bolivañol: free pass to all malandros, happy hour de atracos y 2x1 de coñazas).

Este fin de semana fue de luto para muchos, de rosas negras en el pelo, de quedarnos sentadas porque ni ganas habían de bailar unas sevillanas, por respeto, por arrechera, por protesta, por depresión. El ver que ya eso no es ni la sombra de lo que era, el caminar con miedo, entrar y salir de una corrida sin siquiera asomarse un minutico del arco iluminado a ver "que tal está" representa un gancho al hígado para aquellos ridículos que quizá nunca les importó tanto la situación del país.

Prefiero recordar los buenos momentos y simplemente el año que viene dedicarme a otra cosa.

Y como dije en mi Testamento a 1/4 de siglo: "por la vena española y la herida abierta que deja cada Feria... todavia no pierdo las esperanzas de vivirte como y donde se debe"